7 pruebas cognitivas para detectar la demencia

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Un geriatra es un médico que se especializa en el tratamiento de personas mayores. Aunque tengan un conocimiento amplio sobre las diversas enfermedades que suelen afectar a las personas de determinada edad, cuando diagnostican o sospechan de un caso de demencia, suelen pedir que el paciente visite a un neurólogo para confirmar tanto el diagnóstico como el tipo de demencia.

Actualmente existen una gran cantidad de pruebas cognitivas para la demencia que van desde simples pruebas de cabecera que tardan unos minutos en realizarse hasta pruebas neuropsiquiátricas en profundidad que pueden llevar algunas horas.

Si bien las imágenes del cerebro (MRI, CT, PET) pueden proporcionar información sobre la estructura del cerebro y algunos tipos de imágenes pueden incluso mostrar la función metabólica y del flujo sanguíneo, las pruebas cognitivas observan directamente el rendimiento en ciertos dominios y siguen siendo esenciales en el diagnóstico de la demencia.

Estas pruebas en general pueden ser realizadas por el médico de cabecera o geriatra que acompañe el paciente, pero muchas veces también las realizan neurólogos y psicólogos. Resaltamos que todas las pruebas solo tienen validad si están acompañadas de un rastreo en el cotidiano de la persona para rastrear la enfermedad a lo largo del tiempo.

Los principales tipos de prueba que se hacen son:

Escalas de estado mental.
Estas son pruebas cortas (15 minutos) administradas por el médico que evalúan la memoria y otros dominios cognitivos pero solo con estas no es posible diagnosticar la demencia. Con la puntuación obtenida se suele distinguir una persona con la cognición deteriorada (aunque sea leve) de una con la cognición normal. Sirven también para rastrear la progresión de la enfermedad, repitiéndolas con el tiempo.

Los tests más utilizados son: el Mini Examen del Estado Mental (MMSE) y la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA)

1 – Prueba MMSE o Test Mini Mental
El MMSE se califica en una escala de 30 puntos. Los ítems específicos incluyen orientación (10 puntos), memoria (6 puntos), atención / concentración (5 puntos), lenguaje (8 puntos) y función visuoespacial (1 punto). Una puntuación <23 es anormal e indica deterioro cognitivo.

2 – Prueba MOCA
La Evaluación Cognitiva de Montreal (MOCA) también se califica en una escala de 30 puntos.
Evalúa el retraso en el recuerdo / memoria de palabras (5 puntos), la función visuoespacial (7 puntos, incluye el dibujo del reloj), el lenguaje (6 puntos), la atención / concentración (6 puntos) y la orientación (6 puntos). Una puntuación <25 es anormal e indica un deterioro cognitivo significativo.

3 – Prueba de SLUMS
Otra prueba similar es el examen del estado mental de la Universidad de Saint Louis (SLUMS) que se califica de manera similar.
Las tres pruebas están ampliamente disponibles y son de uso gratuito.

Pruebas alternativas más cortas

Hay varias pruebas más breves (<5 minutos) que se suelen usar a menudo en entornos de atención primaria para la evaluación del deterioro cognitivo.

4 – Prueba de dibujo del reloj (CDT),  es la que se le pide al paciente que dibuje un reloj y ajuste las manecillas a una hora específica. Esto evalúa de manera rápida y eficiente las habilidades visuoespaciales, la función ejecutiva, la ejecución motora, la atención, la comprensión del lenguaje y el conocimiento numérico. El CDT se interpreta como normal o anormal.

5 – Mini-Cog, además de la prueba de dibujo del reloj, se suele hacer este otro test que incluye recordar tres palabras no relacionadas que se le dicen al paciente .

6 – Examen cognitivo de Addenbrooke (ACE),  está diseñada específicamente para la demencia de Alzheimer y el seguimiento del progreso.

7 – Pruebas neuropsicológicas
Por último, existen pruebas neuropsicológicas o neuropsiquiátricas  más complejas y muy detalladas y son útiles en pacientes que cumplen los criterios de deterioro cognitivo leve (DCL) o pacientes que obtienen puntuaciones normales en las pruebas de detección básicas anteriores pero que aún tienen síntomas cognitivos sutiles o persistentes. No pueden ser usadas para pacientes que ya presentan signos de demencia avanzada, por su complejidad. Estas pueden tardar hasta seis horas en completarse.

La mayoría de los médicos de atención primaria están familiarizados con el MMSE y el MOCA e incluso pueden realizarlos en sus prácticas diarias, además gran parte de las pruebas cortas son de fácil acceso y están disponibles en línea tanto para el público en general como para los médicos.

Cada tipo de prueba tiene un propósito diferente pero vemos que existen muchos parámetros para un diagnóstico de demencia eficaz. La historia clínica, el examen físico, el cotidiano y las imágenes cerebrales, pueden orientar a los médicos sobre que pruebas cognitivas serán adecuadas para que se confirme la demencia.

Fuente de Referencia: readementia.com

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