Día 24 de febrero, se celebra el día de la psicología en España y por eso, hoy hablaremos aquí sobre la importancia de esta disciplina para todos, pero también, especificamente para las personas mayores.
El envejecimiento puede ser una etapa de la vida que conlleva cambios significativos y desafíos para las personas, lo que puede hacer que necesiten más soporte psicológico. A medida que envejecemos, podemos experimentar cambios en nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestro trabajo, nuestras relaciones y nuestra vida en general. Estos cambios pueden incluir la pérdida de seres queridos, la jubilación, la disminución de la capacidad física y cognitiva, la enfermedad y la discapacidad, entre otros.
Estos cambios pueden generar una serie de emociones y desafíos, como la tristeza, la soledad, el aislamiento social, la ansiedad y el estrés. Además, algunas personas pueden experimentar problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, que pueden agravarse con la edad.
Por estas razones, muchas personas mayores pueden beneficiarse de apoyo psicológico para ayudarles a manejar estos cambios y desafíos, fortalecer su resiliencia emocional y mejorar su bienestar general.
¿Cuándo es recomendable que una persona mayor acuda al psicologo?
Existen diversas situaciones en las que puede ser recomendable que una persona mayor acuda a un psicólogo:
Pérdida de un ser querido: La muerte de un familiar o amigo cercano puede ser especialmente difícil para una persona mayor, especialmente si ha perdido a varias personas importantes en un corto período de tiempo.
Cambios en la salud: Las enfermedades crónicas, el dolor crónico y otras condiciones de salud pueden afectar la calidad de vida de una persona mayor y generar estrés y ansiedad.
Cambios en la vida social: La jubilación, la pérdida de roles sociales y la disminución de la movilidad pueden hacer que una persona mayor se sienta aislada y sola, lo que puede generar depresión y otros problemas emocionales.
Problemas de memoria y cognitivos: Las dificultades para recordar información, las dificultades para realizar tareas cotidianas y otros problemas cognitivos pueden ser un signo de trastornos relacionados con la edad, como el deterioro cognitivo leve, la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Cambios en la vida familiar: El cambio en la dinámica familiar, la relación con los hijos y otros miembros de la familia puede ser difícil para una persona mayor y generar problemas emocionales.
Muchas veces, nos encontraremos con la situación de creer que nuestro familiar, una persona mayor, necesita soporte psicológico, pero no la misma persona no lo aceptará.
¿Cuándo la persona mayor no acepta recibir atención psicológica que se puede hacer?
Aún sabiendo que la terapia y otros tratamientos psicológicos pueden ayudar a las personas mayores a lidiar con sus emociones, mejorar su autoestima, fomentar la conexión social y reducir el estrés y la ansiedad, muchas veces nos encontramos con trabas y prejuicios.
Aunque la Psicología ha avanzado mucho en términos de reconocimiento, aún persisten prejuicios que van desde la idea de que solo es útil para personas con trastornos mentales hasta el temor de ser rechazados por la sociedad si se busca ayuda psicológica. Estas creencias equivocadas pueden generar miedo a recibir un diagnóstico que se percibe como negativo («no voy por si me dicen que estoy loco») y la idea de que pedir ayuda es una muestra de debilidad, mientras que ser fuerte implica resolver los problemas por sí mismos. También hay quienes creen que el tiempo cura todo, aunque esto implique sufrimiento, y aquellos que sienten vergüenza al hablar de sí mismos y de su vida privada, lo que les impide buscar ayuda.
Si una persona mayor se niega a tener un acompañamiento psicológico, es importante tratar de entender las razones detrás de su negativa. Algunas personas mayores pueden sentir que pedir ayuda es una muestra de debilidad o vergüenza. Otros pueden tener miedo de hablar de sus problemas o pueden no creer que la terapia sea efectiva. En cualquier caso, es importante respetar la decisión de la persona, aunque se puede intentar persuadirlos de que la terapia puede ser beneficiosa para ellos.
Si la persona mayor no está dispuesta a asistir a terapia, existen herramientas en línea y aplicaciones móviles que pueden ayudar. Algunas aplicaciones ofrecen terapia en línea o por teléfono, mientras que otras brindan recursos para la gestión del estrés y la ansiedad. Es importante investigar y elegir una aplicación o servicio de terapia en línea confiable y recomendado por profesionales de la salud mental.
Otras herramientas que se pueden utilizar para apoyar a una persona mayor incluyen recursos educativos en línea, grupos de apoyo en línea y actividades como la meditación o el yoga, que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Recuerda que: en general, si una persona mayor experimenta cambios significativos en su vida que afectan su bienestar emocional, puede ser recomendable que acuda a un psicólogo para recibir apoyo y tratamiento. Un profesional de la psicología puede ayudar a las personas mayores a lidiar con estos desafíos y mejorar su calidad de vida.