¿Ganas de una buena lectura? Pues hoy recomendamos “La memoria del árbol” la novela de Tina Vallès que nos hace entrar en la piel de Jan, un niño de 10 años al que le cambia su vida cuando los abuelos vienen a vivir a su casa. La narrativa hecha por el niño puede hacernos creer que es una historia para el público infanto-juvenil pero humildemente diríamos que es una fantástica narrativa para todos los públicos, ya que consigue acercarnos a la manera de pensar de un niño pero evitando nutrir la historia de infantilismo.
Habla de la transmisión de los recuerdos, repleto de escenas cotidianas que nos hace partícipes de la rutina de las conversaciones entre el abuelo y Jan. Basado en la sencillez aparente muchos lo definen como “un libro inolvidable sobre un nieto y su abuelo con Alzheimer”.
Aquí dejamos un poco la sinopsis:
«¿Puedo ponerme contento?» Sin saber por qué, Jan intuye que no es tan buena noticia que ahora sean cinco en casa. Los abuelos Joan y Caterina han dejado Vilaverd y se han instalado con ellos en su piso del barrio de Sant Antoni, en Barcelona. Este cambio alterará el día a día en casa, donde las palabras y los silencios adquirirán nuevos matices. Pero Jan y Joan tienen su mundo, lleno de paseos, árboles y letras con más significado de lo que parece.
Mientras los adultos hacen lo posible para que todo vaya como siempre, Jan se fija en los detalles de su alrededor y los va uniendo para entender qué pasa. Las conversaciones entre abuelo y nieto, con preguntas sin respuesta y respuestas sin pregunta, construyen un mosaico de escenas por donde avanza la relación entre los dos, cuyo hilo conductor será la historia de un sauce llorón.”
Bueno, finalizo con una parte especial del libro que es cuando el abuelo le explica a Jan que las personas tienen dos memorias:
“Tú olvídate de papá y mamá. Estas conversaciones son entre tú y yo / Y… ¿también las olvidarás? / Yo no sé qué olvidaré, ni cuándo, ni cómo. Pero ¿sabes qué hago yo con lo que no quiero olvidar? En lugar de guardarlo en la memoria de la cabeza, lo guardo en la del corazón, porque esa no se me borrará. / ¿Y qué más guardas ahí? / Todo lo que he querido, Jan. / Hombre, ya… A la abuela, a mamá, a mí… / Sí también. Pero además el día que arreglé mi primer reloj, cuando nació tu madre, el día que conocí a la abuela, cuando talaron mi sauce llorón…”.
La lectura de este libro nos transmite como asimilar los cambios, como suavizar los acontecimientos cuando afectan a los pequeños y como asumir el paso del tiempo y la difícil realidad que nos puede tocar vivir con un familiar con Alzheimer. Si tienes la oportunidad, leedlo y luego nos comentáis que te ha parecido. Muy tierno y recomendable.
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