El término «actividades terapéuticas» puede tener varios significados, dependiendo de quién «habla» y quién «escucha». Aquí estamos considerando «actividades terapéuticas» aquellas que involucran la práctica de actividades para la estimulación cognitiva, o sea, tareas dirigidas a activar las funciones mentales como la atención, la memoria, el lenguaje… Estas no siempre son actividades con lápiz y papel, pueden ser otras actividades que involucran ocupaciones significativas que pueden ser parte del cuidado de los ancianos y que hacen la estimulación de las funciones mentales. Por ejemplo, ver fotografías, aunque sea una actividad muy pasiva, puede convertirse en una actividad estimulante si se aprovecha para trabajar la memoria, los recuerdos, la conversación y los ejercicios manuales, como la actividad propuesta en el post anterior.
Para cada etapa de la vida el objetivo de la estimulación cognitiva puede ser diferente. En el caso de las personas con una demencia tipo Alzheimer es interesante usar esta estimulación para mantener sus funciones mentales, ya que sabemos que este tipo de demencia es de naturaleza degenerativa y empeora con el tiempo.
Pero puedes preguntarte, si no hay mejora, por qué debo seguir estimulando? Y la respuesta es: Por vuestra calidad de vida, tuya y de quién cuidas! Los estudios científicos demuestran que la estimulación cognitiva es terapéutica porque tiende a mejorar el bienestar de la persona con demencia, influyendo en la calidad de vida y disminuyendo las alteraciones de comportamiento que se asocian a esta enfermedad.
Muchas veces los familiares quieren proponer actividades de estimulación cognitiva a la persona con demencia, pero no saben cómo hacerlo y qué actividades son las más adecuadas. Esta semana hablaremos sobre algunas posibilidades en esta situación.
Exploraremos actividades más simples que se pueden hacer en casa y aplicar a personas mayores con demencia, como el Alzheimer. Es decir, estamos considerando personas mayores con deficiencias cognitivas (dificultades de memoria, por ejemplo). Si cuidas a una persona mayor que no tiene diagnósticos relacionados con la memoria, solo el olvido común a su edad, no se preocupe, también puedes aplicar estas actividades para estimularlo. Aquí el objetivo es estimular el cerebro, pero sobre todo a través de actividades que aporten bienestar.
Si la persona mayor está acompañada por un terapeuta, habla con él. Es importante que sepa lo que estás haciendo en la vida cotidiana de los ancianos, especialmente porque pueden adaptar algunas «formas de hacerlo» y esto es esencial en todo el proceso de atención: personalizar actividades, es decir, dejarlas de la manera correcta y con el contenido más cercano posible para las personas mayores.
(Lee también: Actividades para personas con Alzheimer: ¿cómo saber qué les gustan?)