Seguramente nunca antes de la pandemia, habíamos utilizado tanto las herramientas digitales para fomentar las relaciones, fortalecer los lazos, disminuir la nostalgia.
Muchos nos hemos adaptado y aprendido nuevas herramientas tecnológicas para teletrabajar, para estudiar y también para mantener los lazos emocionales y nuestra vida social. Esto ha sido fundamental, porque como seres humanos tenemos la necesidad de comunicarnos, de sentirnos próximos. Recuerda que la distancia no es un impedimento para estar cerca.
Pero, ¿qué pasa con las personas que tienen algún tipo de demencia? ¿O que nunca antes habían utilizado una tablet o dispositivo similar para hablar a través de videollamadas?
No siempre esta comunicación será fluida por esto nos parece importante que estés atento para los siguientes puntos antes de realizarla:
- Información Previa: Si la persona vive acompañada o en una residencia, antes de realizar la llamada pídele a alguien que le diga lo que va a pasar e infórmate cual es el mejor horario para hacerlo. De este modo, evitas horarios de siesta o que la persona suele estar desanimada para este tipo de actividad. Sugiere al cuidador que lo apunte en un calendario para que la fecha esté presente.
- Rutina: Define un día y hora a la semana para hacer la videollamada intentando mantener constancia y rutina – siempre en este día y a la misma hora cada semana.
- Local adecuado: Busca siempre hacer la llamada desde un sitio con poco ruido y pocos estímulos visuales (esta es la misma regla para una conversación en directo pero seguramente por video es aún más importante)
- Establece pequeñas reglas para el diálogo: Es importante seguir un patrón en cada llamada, por ejemplo empezando por saludo con la presentación, seguido del tema (con frases cortas y claras) y despedida. Por ejemplo: Hola, papá. Soy yo, Diego. Te llamo para saludarte. ¿Qué tal estás? … He jugado a cartas hoy, al juego tal que tanto te gusta… Intenta sacar temas que sea de interés de la persona. Y siempre acabar con una despedida: Un abrazo, un beso, te llamaré en la próxima semana o algo similar. Evitar sobretodo preguntas que puedan generar frustración como: ¿te acuerdas de mí?, ¿sabes quién soy?
- Palabras y lenguaje adecuado: Intenta usar el lenguaje en positivo, esto significa no tratar de empeorar una situación. Y decir las cosas que sí puede hacer antes de las que no. Las palabras utilizadas también necesitan atención. Necesitamos adaptar nuestro lenguaje a lo que tiene sentido para ellos.
- Evita frustraciones: Intenta ser flexible cuando la videollamada no funcione de la manera que esperabas, si la persona no está interesada en hablar en este momento, no te olvides que el acompañamiento sigue siendo algo importante para ti y también para la persona con demencia (aunque esta persona a veces no lo recuerde).
No siempre será fácil, pero lo mejor que podemos hacer es intentar mantener conversaciones relajadas, sinceras y que de alguna manera nos acerque aunque estemos lejos, y para esto, ¡la tecnología es nuestra mejor aliada!
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