Los tiempos modernos nos han regalando años para vivir más, una gran oportunidad para la humanidad, pero lamentablemente no vivimos con la misma salud que las generaciones anteriores. Y aquí entra otra cuestión: Cantidad no es Calidad, o sea más años no necesariamente se ha convertido en tiempo con calidad de vida y crecimiento personal continuo.
Y cuando hablamos de tiempo y calidad de vida sabemos que está directamente relacionado con la capacidad de participación de los mayores.
Por supuesto, en cualquier etapa de la vida tenemos más oportunidades cuando estamos sanos. Y esta situación se repite también cuando somos mayores.
El informe básico del documento Decade of Healthy Aging (versión 2021) establece que “[…] las malas condiciones de salud no tiene por qué dominar la vejez. La mayoría de los problemas de salud que enfrentan las personas mayores están asociados con afecciones crónicas, especialmente enfermedades no transmisibles. Muchos de ellos se pueden prevenir o retrasar si se adoptan comportamientos saludables. Otros problemas de salud pueden tratarse de forma eficaz, especialmente si se detectan con suficiente antelación. E incluso para las personas con disminución de la capacidad, los entornos de apoyo pueden garantizar que vivan una vida digna y con un crecimiento personal continuo. Sin embargo, el mundo está muy lejos de estos ideales ”.
El inicio de la década marcada por una apuesta por la acción para ayudar al mundo a envejecer mejor también coincidió con la pandemia del COVID-19, que afectó de manera desproporcionada a las personas mayores, especialmente a las personas con enfermedades no transmisibles o que viven en centros de cuidados de larga duración, las conocidas residencias de mayores. Sin embargo, en medio del caos, también vimos la capacidad de las personas mayores para contribuir a la sociedad, como profesionales de la salud que salieron de la jubilación para brindar sus conocimientos a sus colegas en la primera línea, o como voluntarios de la comunidad para apoyar a quienes están luchando. Existe capacidades que ignoramos en muchas personas mayores.
Infelizmente muchas veces nos olvidamos del papel que aún puede desarrollar los adultos mayores en nuestra sociedad y cuanto nos pueden aportar. Es necesario eliminar esta «ceguera social» como parte del proceso. Hay que abrir los ojos y la mente para nuevas posibilidades de la vejez, esto puede resultar sorprendente para la mayoría de las personas.
Aprendamos del COVID-19, entre otras cosas, que las personas mayores de ahora son las que vivieron y superaron otras guerras y seguramente son nuestra inspiración para luchar y trabajar por un Envejecimiento Saludable.
Fuente: WHO. DECADE OF HEALTHY AGEING BASELINE REPORT – 2021