Sabemos que las demencias irreversibles son causadas por factores internos que conducen a la degeneración de las estructuras neuronales con trastornos que afectan principalmente el rendimiento cognitivo. Entre ellas, la más común es el Alzheimer, seguido de la demencia vascular y la demencia con cuerpos de Lewy.
Saber comunicarse con una persona con demencia es muy importante para la convivencia y salud mental de ambos, cuidador y paciente. Pero esta comunicación no siempre es fluida, como ya comentamos aquí.
Con el avanzar de la enfermedad verás que las personas con demencia pueden empezar a mezclar informaciones o decir algo que no es verdad.
¿Debemos corregirla cuando esto ocurra?
Antes de entrar en la respuesta te vamos a recordar que sabemos que los tratamientos terapéuticos mantienen y/o mejoran el proceso de la demencia, porque les da más autonomía durante el mayor tiempo posible. Esto significa una mejor calidad de vida no solamente para la persona que tiene Alzheimer u otro tipo de demencia, también para el cuidador, ya que el Alzheimer es una enfermedad considerada de larga duración.
Es muy importante comprender que la enfermedad afecta la forma en que una persona se comunica porque provoca un mal funcionamiento del cerebro. Una vez asimilado esto es fácil entender que si tu familiar con demencia está diciendo algo que no es cierto, es posible que no lo esté haciendo a propósito porque es la enfermedad la que está «hablando». Seguramente la persona cree que lo que está diciendo sea verdad, porque ya vive en una realidad que es muy diferente de la tuya.
¿Has oído hablar sobre confabulación? Tratase de una distorsión de la memoria donde los individuos expresan información falsa a otros. Suele ocurrir a las personas que tienen demencia principalmente por dos razones:
1. El deterioro cerebral hace que se pierdan detalles o que estos no se codifiquen bien en la mente: Es facil que se distraían al procesar los detalles, hecho que impide que las informaciones se ingresen completa o correctamente en la memoria del cerebro.
2. Hay hechos que son más dominantes: como los bien conocidos, los de hábitos típicos de vida o las historias interesante
Esto termina por sacar otros hechos específicos. Esto puede hacer que una persona se apoye más en inexactitudes que en la verdad. Pero como no lo hace de forma intencional lo más aconsejable es no corregir a alguien con demencia.
Piensa que el cuidado implica en empatía y amabilidad. Es mejor ser amable que tener razón. De nada servirá usar la lógica intentando razonar con la persona porque para ella, lo que considera realidad no es lo que tu vez y seguramente una corrección no le sentará nada bien: llevará a discusiones o hasta a problemas de conductas por cuenta de la agitación.
Si lo que ha dicho no va a causar daño a nadie es mejor aceptar, usar estrategias y cambiar de tema. Ella se sentirá más segura y tranquila.
Se trata de estar de acuerdo o decir algunas cosas que no son ciertas para evitar causar angustia a las personas con demencia puede ser una buena estrategia para la convivencia más armónica.
Recuerda que la comunicación muchas veces será desafiante y puede ser tentador corregir a alguien con demencia. Pero ponte en su lugar, intenta comprender por lo que está pasando, y usa de amabilidad para cuidar sin perder la paciencia.
Fuente: readementia
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