¿Sabías que una queja común sobre las personas mayores es que a veces «huelen»? Esto puede deberse a estereotipos de edad, pero también puede ser cierto. Si tienes un ser querido mayor en tu familia que parece descuidar su higiene personal, es importante comprender por qué. Las personas mayores con demencia, como Alzheimer, a menudo tienen dificultades para mantener su higiene personal, lo que puede ser frustrante para los cuidadores.
En muchos casos, los adultos mayores con demencia se niegan a bañarse o pueden incluso reaccionar violentamente cuando se les empuja a hacerlo. Como resultado, los cuidadores se enfrentan a un gran desafío para mantener a estos ancianos frescos y limpios.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Como ocurre con la mayoría de los desafíos relacionados con la demencia, no hay milagros y lo que funciona un día puede no funcionar al siguiente. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes probar. La mayoría de estos consejos surgen de un mayor conocimiento sobre lo que puede desencadenar la rebelión en una persona que vive con demencia.
Aquí hay algunas técnicas que pueden ayudar a facilitar el baño para las personas con demencia y sus cuidadores.
Eliminar la Vergüenza: por ejemplo, si la persona se siente avergonzada, es posible que deseen contratar a un cuidador del mismo sexo para ayudar con el baño.
Darle cierta privacidad: Cubrir al individuo con una toalla grande también puede ayudar a proteger su dignidad y comodidad.
Recordar los puntos positivos de ducharse: puede ser útil explicar el propósito del baño y cómo puede ayudar a la persona a sentirse mejor y más fresca.
Eliminar los miedos: El miedo al agua puede ser un problema común en las personas que sufren de demencia. Incluso aquellos que solían disfrutar de estar en el agua pueden desarrollar un miedo al agua una vez que la demencia afecta sus cerebros.
¿Cómo afrontar el miedo al baño?
Los cuidadores pueden ayudar a superar este problema preparando el baño con anticipación y asegurándose de que esté cálido y acogedor para la persona.
Además, la música relajante y la programación del baño en un momento en que la persona esté normalmente en su mejor momento también pueden ser útiles.
Si la persona puede realizar algunos de los pasos de manera segura, déjales espacio y privacidad para hacerlo.
Es importante hacer que el baño parezca un placer en lugar de una tarea y ser flexible en caso de que la persona no quiera tomar un baño completo en un día determinado.
Si es demasiado difícil para el cuidador familiar bañar a la persona, pueden considerar contratar a un cuidador a través de una agencia para que los ayude una vez a la semana mientras se utilizan toallitas limpiadoras para el resto de la higiene personal.
La educación, la experimentación y la flexibilidad son clave para una experiencia de baño satisfactoria y los cuidadores no deben sentirse culpables por pedir ayuda.
En resumen, si tienes un ser querido mayor que lucha con su higiene personal, es importante comprender sus desafíos únicos y encontrar soluciones creativas para ayudarles a mantenerse frescos y limpios. Prueba algunas de estas técnicas y verás cómo pueden hacer una gran diferencia.
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