Los refranes son fuente de inspiración y de muchas actividades significativas de estimulación. Seguramente ya has escuchado alguna vez a tu padre o abuelo recitar un refrán. Y luego cuando ya tienes tus hijos o estás en la fase adulta, notas que tu mismo empiezas a repetirlos. Hay muchos de los refranes que tienen significado bastante claro, pero esto no pasa con todos.
¿Cómo utilizar los refranes en actividades para estimulación cognitiva?
Es posible que hayas escuchado algunas frases que, tomadas literalmente solas, pueden no tener mucho sentido, pero cuando están asociadas con una situación específica, cobran total coherencia.
Son dichos populares, refranes muy utilizados en todo el mundo para contextualizar algunas situaciones. Al final de esta publicación te dejaremos un enlace para que puedas descargar 50 refranes seguramente muy conocidos, para que puedas trabajar de varias formas con las personas mayores con o sin deterioro cognitivo.
Como las actividades deben ser personalizadas, sugerimos que separes los refranes que tienen más sentido para ti y para la persona con quien vas a trabajar.
Una vez que hayas separado los principales refranes a utilizar, te dejamos algunas ideas que puedes utilizar, huyendo un poco de la idea básica de completar la oración.
Sugerencias para trabajar con los refranes:
1 – ¿Qué significa el refrán? Esta idea es la más simple, puedes dictar algunos refranes y pedir a la persona mayor que explique el contexto en el que se puede usar el dicho, por ejemplo: «No es oro todo lo que reluce» – Significa que…»Algo que parece muy bueno puede no serlo si se conoce en profundidad».
2 – Juego de Cartas tipo Puzzle: En esta opción puedes hacer tu propio juego de cartas con los dictados, separándolos en dos o más partes para que los refranes se completen al unirse las cartas: usa papel de más gramatura (más duro) para facilitar el manejo y durabilidad, además también escribe en MAYÚSCULAS, facilitando la lectura.
3 – Memoria de Refranes: Aquí puedes usar los trozos separados como sugerimos en la «opción 2» y pedir a los mayores que recuerden la otra parte que falta para completar el refrán: aquí es bueno mezclar entre presentar la primera y la segunda parte del refrán. Es una forma de dificultar ya que de ese modo se inhibe la evocación automática al escuchar la frase. También puedes jugar como memoria, poniendo todos los papeles volteados en una mesa y habrá que encontrar en par entre la primera y la segunda parte . Recomendamos que evalúes el grado cognitivo de las personas para que no sea algo frustrante.
4 – ¿Qué palabra falta? Una sugerencia aún más simple es escribir los dictados con una palabra que falte para que estén completos: por lo tanto, pídeles que escriban las palabras que faltan para completar.
También puede combinar las sugerencias anteriores y crear una actividad aún más dinámica.
Ahora bien, vale la pena recordar que no todos los dichos populares son conocidos en todas las partes de habla hispana, ya que las palabras pueden tener diferentes significados.
Vale destacar que cada persona es única, por lo que no todas las actividades son interesantes para todos. También importa la capacidad de la persona, ya que en algunos casos no podrá completar a la perfección lo que le hayas propuesto, pero lo más importante es hacer y animarles a una dosis diaria de estimulación.