Haz de tu cocina un «parque de atracciones sensorial», ya sea explorando los ingredientes libremente o de manera adaptada a la hora de cocinar.
El lugar donde vivimos es extremadamente rico para enseñar, aprender, experimentar y «mantener vivo el cerebro» Esto se puede utilizar en las diferentes etapas del desarrollo, desde el niño hasta el anciano. La cocina es un gran laboratorio para el desarrollo y mantenimiento de habilidades, es un “parque de diversión sensorial”, si la abres para esto.
¡Colores, olores, texturas y sabores! Si pensamos en estos ingredientes de forma organizada generamos una oportunidad de tener un producto final mientras experimentamos, desarrollamos o mantenemos habilidades e incluso socializamos.
Lleva a los mayores o a los niños a la cocina (¡¡aunque sean pequeños !!), mantén y anima a las personas mayores a disfrutar de la cocina (aunque tengan alguna dependencia cognitiva). Hay espacio para que todos exploren. ¿Vamos a ver cómo podemos hacer esto «sensorialmente»?
1. ¡Usa especias!
Las especias despiertan por su característico y llamativo olor. De hecho, no solo las especias, sino diversos alimentos que podemos encontrar en la cocina. Vale la pena decir aquí que los aromas también pueden ayudar a relajarse, además de evocar recuerdos interesantes. ¡Usar especias es el primer consejo para una experiencia sensorial en la cocina!
2. ¡Usa texturas!
La exposición a diferentes texturas de alimentos a través del tacto también puede ser una gran experiencia sensorial. Por ejemplo, un plátano y un aguacate son suaves, mientras que otras frutas tienen experiencias menos atractivas pero increíblemente ricas en sus cáscaras o «interiores». Frutas, verduras, cereales, harinas… imagina cómo pueden ser diferentes al tacto.
En una receta ya puedes tener varias combinaciones de texturas o puedes fomentar la exploración libre con elementos previamente elegidos. Libremente, tal vez poniendo algunos ingredientes en una caja y pidiéndoles para probar las texturas con los ojos cerrados y adivinar cuáles son.
3. ¡Usa las temperaturas!
Además de la experiencia de tocar la comida “in natura”, también está la variedad que tiene cada hogar: ¡temperatura ambiente y helado! El agua de la cocina está a diferentes temperaturas. ¿Ves que no tienes que ir muy lejos para encontrar qué explorar?
4. ¡Usa la boca! ¡Probar!
¡Sí, ponlo en tu boca! Hay cosas en la cocina que no tiene sentido explorar sin probar. Siente la textura más crujiente o suave (una zanahoria y un plátano); siente el sabor más agrio o dulce (¡viva el uso del limón!). En particular, los niños en sus fases de exploración tenderán a llevárselo a la boca. Hablando de texturas, no puedes evitar pensar en harinas como el cuscús y las de avena. ¡Es solo imaginar estas texturas en tu boca y lo entenderás todo!
5. Dale sabor a la música
Usar música durante las tareas de la cocina puede ayudarte con el placer, la relajación e incluso la concentración (¡viva la música clásica!) Mientras se realiza la tarea. Tal vez con los niños puedes crear o cantar canciones sobre la comida y la experiencia de comer y con los mayores puedes despertar recuerdos o intentar usar músicas temáticas del tipo de comida, como la italiana o mexicana.
6. Sigue los pasos de preparación de alimentos
El “trabajo pesado” también proporciona experiencia sensorial. Esto puede ser enrollar la masa, amasar un ingrediente o hacer otra cosa que no comprometa la seguridad. ¡Experimentar es genial, siempre que sea seguro! (Esto se aplica también a las alergias alimentarias, ¿de acuerdo?) Volviendo a la experiencia sensorial, tocar ingredientes húmedos que se pegan a la piel puede ser una experiencia interesante. Es válido aquí abrir un paréntesis para una expresión que es «defensividad sensorial». Si la conoces y su hijo o el adulto mayor a quien vas a direccionar la actividad la tiene, debes adaptar la actividad o hablar con el terapeuta ocupacional que trabaja con él.
7. Utiliza diferentes presentaciones
Las presentaciones también pueden tener diferentes texturas: un yogur con una capa de granola, ¿te imaginas? ¡Bingo!Imagina la mantequilla fría, ahora se ha derretido… todo ha cambiado, ¿no? Estaba entero y ahora está cortado (¡y hay varios cortes!). Despertar a diferentes presentaciones sobre comida puede resultar instructivo y despertar la curiosidad.
8. Usa la esponja
Otra forma de explorar sensorialmente y también de enseñar o hacer participar a la persona en otra etapa importante de cualquier tarea en la cocina, la limpieza y la organización. ¿Lavamos los platos? Una vez más, el recordatorio de seguridad vale la pena. Evalúa cuidadosamente qué puede lavar la persona, si necesita sacar algunos objetos del fregadero. Adapte en números no solo lo que es seguro, sino también lo que una persona tolera hacer. Algunas personas, dependiendo de su estado de salud, no podrán permanecer de pie por mucho tiempo o mantener sus brazos en esta tarea. Los niños pueden beneficiarse enormemente de este tipo de participación, no solo desarrollando habilidades físicas, cognitivas y sensoriales, sino aprendiendo a vivir en grupo.
Finalmente, también vale la pena recordar …
- Habla sobre las experiencias
- Incorpora la exploración de la cocina a la rutina !! Esto puede ser muy rico =)
- ¡Fomenta la participación en todas las etapas, desde la preparación de los alimentos hasta la organización del entorno!
- Adaptar, cuando sea necesario (tipo de comida, cuál y cuántas tareas, duración, etc.).
- Si está tratando con una persona con una discapacidad, trastorno o cualquier condición que necesite atención especial, consulta a un terapeuta ocupacional.
¡Son maestros de las actividades diarias! 😉
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