El otoño llegó a España y una vez más volvemos al drama vivido durante este año con la crisis del coronavirus. La segunda ola ya está aquí y no es ninguna novedad que tuvo un impacto muy negativo en los pacientes con Alzheimer con el aislamiento prolongado.
Hay varios estudios que comprueban que trastornos relacionados con el estrés están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Si el estrés es malo para el cerebro de una persona sana, imagínate para una persona que ya sufre de un deterioro cognitivo.
El período que vivenciamos de cuarentena obligatoria en España tuvo un impacto muy negativo también, emocionalmente hablando, para la mayoría de la población. Pero sin duda, las personas mayores fueron las que más sintieron y aún sufren este impacto, ya que hay residencias que prácticamente durante todo este año han limitado las visitas y actividades extras. En el caso particular de pacientes con Alzheimer, un aislamiento prolongado tiende a empeorar la enfermedad, porque todo lo que tiene que ver con socializar y tener contacto humano, disminuye. Esto lleva a un empeoramiento del cuadro del paciente, porque necesariamente necesita de éstos estímulos diariamente.
Muchas personas después del período de cuarentena, al volverse a encontrar con sus familiares con Alzheimer, detectaron un cuadro de avance del deterioro. La enfermedad es progresiva y necesita estimulación y cuidados constantes. La pérdida de este contacto, la falta de servicios de terapia ocupacional para estimular los residentes o ancianos con Alzheimer, han sido agravantes, ya que sin los estímulos la enfermedad puede avanzar más rápidamente.
Ahora nos encontramos con nuevas amenazas de confinamiento y con toque de queda decretado. ¿Qué hacer para no empeorar el cuadro de pacientes con Alzheimer?
Intentaremos mantener los principios que una persona con hábitos de vida saludables, haría para retrasar el desarrollo de la enfermedad. El primer factor es aliviar el estrés no esencial. Y esto se puede hacer con un acompañamiento a la distancia:
- Llamadas telefónicas,
- Llamadas por video,
- Hacerles llegar fotos o materiales para mantener el cerebro estimulado,
- Importante también es estimular la actividad física, ya que ésta es buena para el corazón y los vasos sanguíneos, incluidos los del cerebro. TAmbién alivia también el estrés. Aunque sea en una habitación se pueden hacer pequeños ejercicios y movimientos.
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Todo el personal sanitario debe prepararse para actuar centrado en las personas, no solamente en el Coronavirus. No dejar nuestros mayores solos es la lucha actual. Además de la salud corporal, es de suma importancia preservar la salud mental de ellos. Muchas son las iniciativas para evitar la soledad y el deterioro pero vale resaltar la importancia del tele atendimiento y de la telesalud junto a profesionales como terapeutas ocupacionales como una alternativa para mantenerse presentes a la distancia.
¿Qué otras ideas nos puedes aportar?
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