El encargarse de alguien no puede ser cuidar sin permitir que él participe. En el contexto, de «cuidar a los ancianos con Alzheimer«, el ocuparse y la preocupación pueden confundirse y esto requiere la auto observación de quienes se ocupan y quienes administran este cuidado para hacer con él y no por él.
La atención excesiva puede conducir a la anticipación de la dependencia en el caso de enfermedades crónicas. El ocuparse sin permitir la participación generalmente no ocurre por mal y más bien debido a la necesidad de optimizar el tiempo, hacerlo mejor o evitar el cansancio y las frustraciones de quienes son atendidos.
Las enfermedades crónicas se caracterizan por ser un desafío a largo plazo, por lo que es importante tomar algunas precauciones con respecto al cuidado excesivo.
Los cuidadores y los miembros de la familia deben tener atención y auto control de sus acciones al ocuparse de la tarea, siempre brindando oportunidades de autonomía (poder de elección) e independencia (hacer con y sin ayuda) del individuo.
Aún cuando durante el proceso de realizar cualquier tarea, la participación de la persona mayor sea mínima, debemos permitir y valorar cada intento.
Un buen ejemplo es el baño: si la persona tiene dificultades para lavarse el pelo, el cuidador solo debe ayudar en esta etapa de la actividad. Y no dar el baño por completo. Y, antes de hacerlo por los ancianos, debes darte cuenta si él no lo haría solo obedeciendo la orden: «Sr. José, ponga su mano sobre la cabeza y lávese el pelo «o» Sr. Jose, lávese el pelo ”. aunque no lo haga perfectamente él debería participar de algo; En esta situación, el cuidador terminaría de lavar el pelo.
En el caso de «anticipación de dependencia en el baño», el cuidador le baña completamente, de pies a cabeza. Evitando que el paciente haga lo que pueda, perjudicando su independencia y también evitando su autonomía (en este caso, la elección durante el baño de qué parte lavar).
Recuerda: ¡la seguridad es siempre una prioridad! En las situaciones que ponen en riesgo la integridad física del sujeto debemos auxiliar siempre. Lee aquí, más consejos sobre el baño y la higiene del mayor con Alzheimer.
Dependiendo del nivel funcional del paciente, poco a poco ve retirando la asistencia, pasa del soporte físico a la guía táctil (toque donde quieres que se mueva), guía verbal (diga lo que quieres que haga), supervisión (observa) o guía visual (enseña) para obtener el rendimiento más independiente posible.
Ten en cuenta que el avance de algunas tareas (hacer por él) puede ser muy perjudicial, porque al realizar las actividades solo, el paciente ralentiza o evita la pérdida de la función y/o de la capacidad de realizar esa actividad.
El cuidador no está excluido de los procesos diarios cuando el paciente tiene independencia y autonomía, puede estar cerca, ofrecer supervisión para evitar riesgos y usar de las orientaciones verbales o asistencia en la ejecución, cuando sea necesario.
Es decir, nadie debería temer no ser necesario por permitir que el otro aún sea un poco independiente.
¡Cuidar bien no es hacerlo todo por los ancianos con Alzheimer!
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