Con el calor que estamos pasando en España la inspiración llega como la sed para escribir sobre la deshidratación de las personas mayores, y más aún de las personas con demencia.
¿Te olvidas de beber la cantidad de agua recomendable al día? Yo muchas veces sí, y mis hijas también… pero no por la edad avanzada (aún), a veces por no parar de hacer lo que estamos haciendo, a veces por pereza, u otras por no pensar en el tema. Pero cómo sé de lo bien que me sienta mantenerme hidratada (y a los míos) me pongo recordatorios y tengo la botella de agua siempre cerca para no olvidarme.
Pero ¿Sabías que la deshidratación en los ancianos ocurre con mayor rapidez y facilidad que en otras personas?
¿Y que en casos de enfermedades como la demencia, algunas personas pueden perder la sensación de sed, haciendo que la deshidratación sea más que un simple peligro de verano?
¿ Y que ciertos medicamentos hacen que sea esencial ingerir muchos líquidos?
Pues todo esto es muy cierto. Y los cuidadores saben de la dificultad que puede resultar hidratar a una persona con demencia.
Recuerdo una historia que leí hace un tiempo que ilustraba esta situación a la perfección:
la cuidadora ofrecía água a una anciana con demencia que le decía: “tírala al váter y tráeme una copita de vino….” Curioso es que la persona mayor en cuestión nunca había sido una bebedora de alcohol exagerada… pero no toleraba el agua y hasta el vaso de toda la vida lo rechazaba.
¿Qué hacer en situaciones así?
Sabemos que el riesgo de que las personas mayores se deshidraten es más grande porque con la edad desciende la posibilidad de responder a la temperatura externa y disminuye la sensación de tener sed. La falta de agua en el cuerpo puede causar confusión mental, desorientación, piel seca, producción de orina reducida, aumento de infecciones … y debes estar atento a los síntomas de la deshidratación que involucra apatía, fatiga, calambres musculares, debilidad, menos orina y de un color amarillo oscuro, náuseas, dolor de cabeza, mareo, labios agrietados, boca seca, problemas de memoria, confusión, respiración rápida y un aumento de los latidos del corazón. Son muchos ¿Verdad?
La alternativa, como varias ocupaciones en el caso de personas con demencia es usar la creatividad e intentar agregar líquidos de una manera u otra en la rutina de la persona ya que nuestro cuerpo no diferencia entre el agua líquida y el agua procedente de alimentos sólidos como frutas y verduras ricas en agua
Consejos básicos si cuidas a un mayor con demencia para evitar:
- Trata de mantener el adulto mayor hidratado con una rutina de ingesta de líquidos o frutas y verduras
- Ofrece siempre agua, pero también zumos u otras bebidas que sean saludable. Puede que tengas que hacer mano de espesantes para el agua
- Usa aguas aromatizadas que pueden hacer que el agua tenga un sabor más suave, puede usar limón, naranja, manzana, jengibre, menta, albahaca o las hierbas, frutas y verduras de su elección.
- Intenta que los objetos como vasos, tazas sean siempre conocidos de la persona mayor para evitar el rechazo
- No preguntes si tiene sed, ofrece la bebida directamente preguntando solamente ejemplo: ¿quiere agua de limón o manzana?
- Ofrece leche sin grasa o baja en grasa u otras bebidas sin azúcares agregados. Alternativas como yogures o gelatina también pueden tener éxito de postre o como merienda
- Si va a salir a dar un paseo recuerda ofrecerle agua antes de exponerle al sol y pos supuesto evitar las horas de sol fuerte
- Evita el alcohol y la cafeína por sus efectos diuréticos
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