Este mes de octubre en España, el ocio vuelve a la «casi» normalidad de los tiempos antes de la pandemia. Es cierto que aún tenemos que usar las mascarillas en espacios cerrados y muchas veces debernos reservar plazas por cuenta de los aforos. Pero, como país que le encanta la comida, da gusto ver a los restaurantes siempre llenos y con mucha alegría. Cuando hablamos de salidas y paseos diferentes, sabemos que no siempre son adecuados para una persona que tiene Alzheimer. De esta reflexión viene la pregunta:
¿Es una buena idea llevar mi familiar con Alzheimer a un restaurante?
Sabemos que las personas con la enfermedad de Alzheimer necesitan mantenerse activas y seguir haciendo las cosas que disfrutan. A casi todos nos gusta ir a un restaurante a comer nuestro plato preferido. Pero no siempre es fácil planear algo diferente en sus días, ya que les puede afectar mucho un cambio de rutina.
Si tu familiar se encuentra en las etapas tempranas de la enfermedad no hay ningún problema ya que es saludable que siga haciendo todo tipo de paseos, mientras se sienta cómodo. Lo más importante es entender que hay un ritmo a seguir, mejor evitar que sean paseos muy largos y siempre buscando las horas del día que sabes que está en mejor estado.
Un amigo me comentaba que ya ha llevado a su madre a unos cuantos lugares que no han funcionado, y esto quedaba claro desde el principio: Ella se quedaba en silencio o comentaba cosas como : «seguro que no tienen nada que me guste» o «no tengo hambre». En cambio en otros restaurantes, ella pedía su propia comida y se ponía a hablar durante mucho rato. Se le notaba feliz. Son señales como estas que te pueden indicar un camino a seguir.
Así que, si deseas llevar a una persona con Alzheimer a un restaurante presta atención a los puntos que te vamos a mostrar a continuación para que la salida tenga más posibilidades de éxito:
1 – Planea la salida con antelación: Antes de llevar tu familiar a un restaurante organiza la salida, piensa el tipo de comida, el espacio del restaurante, el mejor horario, etc.
2 – Define el restaurante en función de los siguientes datos:
¿La persona que tiene Alzheimer… conoce el restaurante?, le gusta la comida ofrecida? es un ambiente tranquilo y de fácil acceso para llegar? cuenta con buena iluminación? tiene un servicio amigable y comprensivo?
Si la respuesta a todas esta preguntas es afirmativa, vas por buen camino y este restaurante puede ser una excelente opción.
3 – Escoge un día y hora adecuados para salir: el horario de la comida puede ser una mejor opción por cuenta de la luz natural y se sales temprano la persona estará menos cansada y seguramente habrá menos gente en el restaurante y el servicio os atenderá de forma más rápida y efectiva
4 – Cuando reserves, pide una mesa cerca del baño y en un área más silenciosa.
5 – En el restaurante, puedes ayudar a la persona a escoger el plato que le guste. Puedes leer partes del menú o enseñarle una foto de la comida. Avisa al camarero sobre cualquier necesidad especial, tal como cucharas, tazones o servilletas extras.
6 – Pregunta a la persona con Alzheimer si quiere ir al baño y le acompañe.
¿Qué debemos evitar al llevar una persona con Alzheimer a un restaurante?
- Evita las cenas: Recuerda que la puesta del sol es real y cuanto más tarde se vuelve, más confundido se volverá tu familiar. En España en la mayor parte del año (excepto en verano) las cenas se hacen cuando oscurece. Así que mejor el horario de la comida o si deseas algo por la tarde que sea una merienda.
- Evita los restaurantes tipo buffet libre – Cuanto menos decisiones, mejor. Así que, escoge un sitio con una carta con pocas opciones.
- Evita los sitios y restaurantes de moda: Puede que tengas ganas de llevarle a este nuevo restaurante tan bonito del barrio, pero ¡Ojo! Este restaurante tan cotizado o el bar del barrio en la «happy hour» puede estar abarrotado y ruidoso.
- Evita sitios con música de fondo alta o entretenimiento en directo. Por las mismas razones, pueden confundirlos y dejarlos abrumados.
- Huye de los ambientes más oscuros: ese romántico restaurante italiano oscuro o incluso algunos asadores intentan proporcionar un ambiente que sea acogedor para ti o para mí, pero para alguien que tiene la enfermedad de Alzheimer se vuelve aterrador. Busca sitios luminosos y con pocos elementos decorativos.
- Evita las múltiples opciones con demasiados pasos: este tipo de restaurantes se han convertido en algo común y de moda hoy en día y pueden confundir a alguien con Alzheimer. Nada de menús donde tengas que agregar cosas adicionales o decidir los ingredientes que vas a tomar.
Puede que aún siguiendo todos los pasos, tu velada no sea como planeado, pero todo bien. Los cambios de humor hacen parte de la rutina cuando cuidamos a una persona con Alzheimer. Lo mejor es no tener grandes expectativas. Una de las formas de hacer feliz a una persona con Alzheimer es identificar qué actividades son significativas para ella, sus gustos, y formas de divertirse. O sea al elegir una actividad, es importante asegurarse de que sea algo que le guste y pueda hacer cómodamente para no generar frustración. Haz lo mejor que puedas, esto es al final, lo que importa.
Fuente: thediaryofanalzheimerscaregiver