Un nuevo estudio dirigido por científicos de The Neuro (Montreal Neurological Institute-Hospital) de la Universidad McGill encuentra una correlación entre la neurodegeneración en personas obesas y pacientes con enfermedad de Alzheimer (AD), lo que sugiere que perder el exceso de peso podría retrasar el deterioro cognitivo en el envejecimiento y reducir el riesgo de Alzheimer.
Investigaciones anteriores han demostrado que la obesidad está relacionada con los cambios relacionados con la enfermedad de Alzheimer, como el daño cerebrovascular y la acumulación de beta-amiloide. Sin embargo, hasta la fecha ninguna investigación ha realizado una comparación directa entre los patrones de atrofia cerebral en la EA y la obesidad.
Utilizando una muestra de más de 1300 personas, los investigadores compararon los patrones de atrofia de la materia gris en la obesidad y la EA. Compararon a los pacientes con Alzheimer con controles sanos y obesos con individuos no obesos, creando mapas de atrofia de materia gris para cada grupo.
Los científicos encontraron que la obesidad y la EA afectaban el adelgazamiento cortical de la materia gris de manera similar. Por ejemplo, el adelgazamiento de la corteza temporoparietal derecha y la corteza prefrontal izquierda fue similar en ambos grupos. El adelgazamiento cortical puede ser un signo de neurodegeneración. Esto sugiere que la obesidad puede causar el mismo tipo de neurodegeneración que se encuentra en las personas con AD.
La obesidad se reconoce cada vez más como una enfermedad multisistémica que afecta a los sistemas respiratorio, gastrointestinal y cardiovascular, entre otros. Publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease el 31 de enero de 2022, este estudio también ayuda a revelar un impacto neurológico, mostrando que la obesidad puede desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
«Nuestro estudio refuerza la literatura previa que apunta a la obesidad como un factor importante en la EA al mostrar que el adelgazamiento cortical podría ser uno de los posibles mecanismos de riesgo», dice Filip Morys, Ph.D. investigador de The Neuro y primer autor del estudio. «Nuestros resultados resaltan la importancia de disminuir el peso en personas obesas y con sobrepeso en la mediana edad, para disminuir el riesgo posterior de neurodegeneración y demencia».