Música y Baile para un envejecimiento más activo y feliz

ancianos bailando

La música tiene un poder intrínseco de cambiar su entorno, de despertar sensaciones o sentimientos casi de manera mágica. En estos días de confinamiento pedimos que no olvidéis la música, pues siempre ha estado presente en momentos importantes, desde los más alegres a los más tristes, nos acompaña, nos levanta el ánimo y nos reafirma lo tristes que nos sentimos. La música une la diversidad y nos ayuda.

Se la puede utilizar de muchas maneras, pero su uso profesional para cuidar, conocido como musicoterapia es especialmente extendido dentro de la geriatría, principalmente con personas que sufren demencia o alzheimer, por ser una actividad capaz de activar muchas áreas del cerebro. Aquí podéis leer un artículo sobre la música y la memoria.

Creo que a todos nos ha llamado la atención el caso de Hermann Schreiber, anciano de 80 años con alzheimer que está en confinamiento en la ciudad de Vigo – España y que cada día a las 20:00h sale a la ventana a tocar su armónica. Él se emociona y cree que los aplausos son para él. Los aplausos de esta hora ya son una tradición en estos tiempos de pandemia del coronavirus, en que cada día nos asomamos a las ventanas o balcones para aplaudir a los profesionales que trabajan en clínicas y hospitales del mundo para salvar a los contagiados. La cuidadora de Hermann, Tamara Sayar, fue quien tuvo la idea de hacerle creer al hombre que los aplausos son para él y su armónica, como manera de alegrarle el día ya que él es un apasionado por su instrumento y su música.

Hermann Schreiber tocando su armónica en confinamiento
Foto: Archivo particular

La música puede ser relajante para el cliente, es decir, en momentos de inquietud, es una excelente herramienta para el cuidador cuando quiere cambios de humor en el cliente. Como dispositivo estimulante, uno puede usar la música pidiéndole al cliente que aplauda, silbe o patee los pies, como una forma de “percibir” el cuerpo y estimular el ritmo o hasta si puede ser, bailar.

El baile es la otra manera de usar la música en estos días de cuarentena sobre la que queremos hablar. Bailar es una actividad que se puede hacer en pareja, en grupo o de manera individual. ¡Y tiene muchos beneficios! Bailar además de ser divertido, nos ayuda a mantenernos más activos y en forma, reduce el estrés, mejora el ánimo y aumenta la autoestima. Al bailar producimos endorfinas; estas ayudan no solo a sentir placer, sino a disminuir el dolor físico y relajar la mente.

Es muy recomendable para un envejecimiento más activo, y además no necesitamos mucho espacio para practicar dentro de casa, podemos usar el salón o otra habitación. Si el mayor ya no tiene mucha movilidad, puede «bailar» sentado, usando los brazos y moviendo un poco los pies.

Como podéis ver tanto la música como el baile son valores esenciales de las culturas y nos pueden traer grandes beneficios en estos días de aislamiento. Claro que al tratarse de personas mayores con demencia debemos siempre consultar el profesional que le acompaña para saber la mejor manera de utilizar esta herramienta terapéutica.

¿Empezamos a bailar?

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