Antes de formar una opinión sobre el uso del boxeo, quiero decirles que todo comenzó con el uso de actividades significativas. ¡Esto para quien es Terapeuta Ocupacional es un fuerte argumento!
El boxeo positivo, una forma de practicarlo, no como combate, y sí aprovechando la técnica y la dinámica de las lecciones de boxeo. Ha mostrado resultados en la enfermedad de Parkinson y se ha utilizado en varios lugares como América del Norte, Australia y Reino Unido. En este último, tenemos como ejemplo al entrenador y profesional, el terapeuta ocupacional, Charles Dalve.
A medida que Charles iba aprendiendo terapia ocupacional, combinó su conocimiento técnico, práctica y pasión en el deporte y comenzó a discutir con ojo clínico, un modo para que esta actividad pudiera usarse, sin contacto, como una intervención terapéutica.
Buscó saber quién lo estaba haciendo y dónde se hacía, encontró algunas respuestas y buscó la especialización para usar el boxeo en la enfermedad de Parkinson. Aunque popular en América del Norte y Australia, la práctica de combinar el entrenamiento de boxeo en Terapia Ocupacional en el Reino Unido actualmente comienza y termina con Charles, quien es el único entrenador calificado por allí.
Para aquéllos que decidan ingresar al universo del boxeo centrado en el Parkinson, hay entrenamientos allí con personal especializado.
Pero, ¿cuál es el diferencial que aporta el boxeo para que pueda ser utilizado como intervención terapeutica?
1. Socialmente, los participantes se denominan boxeadores no pacientes, adoptando un enfoque basado en la fuerza mientras forman una comunidad donde las personas «luchan» contra la afección junto a otros que comparten una experiencia similar.
2. Las clases son «cognitivamente complejas», por lo que las tareas requieren concentración mental además de capacidad multitarea. Los ejercicios de juego de pies, como saltar escaleras o agilidad, mejoran el equilibrio, la movilidad, el patrón de la marcha y aumentan la confianza, reduciendo el riesgo de caídas. Mientras que las clases incluyen tareas que apuntan a mejorar la coordinación ojo-mano y el tiempo de reacción.
3. Las personas involucradas en el boxeo grupal tienen una mejora en la competencia física, la confianza y la capacidad de completar las AVDs (Actividades de la vida diaria) de forma independiente.
4. Se recomiendan golpes rápidos y explosivos que requieren fibras musculares rápidas para contrarrestar la bradicinesia / cámara lenta. Si a una persona le resulta difícil realizar actividades cotidianas, como darse la vuelta en la cama, las clases activan la fuerza de rotación, con ganchos exagerados, desarrollando fuerza y resistencia en músculos y movimientos específicos para mejorar la movilidad inferior y superior del cuerpo.
5. Los movimientos están diseñados para hacer que los participantes se estiren hacia el objetivo para mejorar la postura y el objetivo se puede mover a una posición más alta.
6. Las estrategias de relajación también se pueden enseñar, si es necesario, como la respiración diafragmática, que reduce los niveles de cortisol. Los videos de capacitación se hacen y también pueden ser una medida de resultado que permite a las personas ver sus mejoras. El boxeo requiere una actitud mental positiva y Box Positive tiene un significado profundo. El bajo estado de ánimo, la apatía y la depresión crónica son algunos de los síntomas neuropsiquiátricos no motores de la enfermedad. Hoy Charles Delve tiene una red profesional que habla con otros profesionales de la salud capacitados en Parkinson de todo el mundo. ¿Pero él «solo» lo hace? No, su trabajo incluye apoyar el desempeño ocupacional, así como apoyar a los boxeadores que sigue en otras áreas que involucran una ocupación significativa. ¡Después de todo, él es T.O!
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