Esta semana se celebrar el día de mundial de la salud mental. Temática de suma importancia en estos tiempos dónde el mundo cambió por cuenta de una pandemia. La depresión afecta hasta a una de cada cuatro personas, pero a menudo se asocia con adultos jóvenes en la conciencia pública. Quizás porque sea difícil identificar las señales de un problema de salud mental en una persona mayor.
Existe la idea errónea de que a medida que envejecemos, nos volvemos más retraídos y menos sociables. Pero no es exactamente así. Muchos estudios avalan que las personas mayores son más activas socialmente que otros grupos de edad y con frecuencia desempeñan un papel importante en sus comunidades. Son abuelos más participativos que en otras generaciones, también actúan en asociaciones y voluntariados. Cuando las personas mayores no son socialmente activas, debemos reconocer que hay un problema.
Muchos no son conscientes de las señales de una depresión en un familiar y muchas veces confunden los síntomas con otra enfermedad. Para ayudar a los que cuidan o conviven con adultos mayores a entender mejor la problemática vamos a hablar sobre posibles respuestas para esta cuestión:
¿Cómo puedo saber si una persona mayor cercana está teniendo un problema en su salud mental?
Existe señales de cambios de conducta que pueden indicarte y situaciones que pueden aumentar la vulnerabilidad para la aparición de un problema de salud mental en las personas mayores.
Así que, si notas que tu familiar o persona cercana está más aislada socialmente (no hablamos aquí del aislamiento social obligatorio por cuenta de la pandemia); Si tiene alteraciones del sueño y quejas de pérdida de memoria, preocupaciones excesivas acerca de la enfermedad y la muerte, ansiedad, se ha descuidado el cuidado personal o rechaza a alimentarse es necesario estar atento.
Hay un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders que relata que las tasas de depresión aumentan a medida que las personas, especialmente las mujeres, ingresan a los 70. No hay una sola razón por la que las tasas de depresión aumenten en la vejez, pero se sabe que los adultos mayores tienen más probabilidades de experimentar duelo, problemas de salud, convertirse en cuidadores y aislamiento social.
Según el investigador de la Universidad Simon Fraser, John Best, y su equipo analizaron datos del Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento (CLSA), un estudio a largo plazo que sigue a más de 50,000 personas entre las edades de 45 y 85 años, y rastrearon el número de síntomas depresivos reportados a través de la edad. Descubrieron que las mujeres eran más propensas a informar síntomas depresivos que los hombres.
Por esto, puede que muchas veces tu padre no te comente nada a respeto de lo que le está pasando. Situaciones como duelo, dificultad para adaptarse a la jubilación, maltrato, una enfermedad crónica como una artrosis, o un reciente diagnóstico de una enfermedad como el cáncer o demencia pueden desencadenar los primeros síntomas. Si lo empiezas a notar, lo mejor es hablar sobre el tema de la forma más empática que puedas. Pero, ¿Cómo hacerlo?
¿Cómo acercarse y ayudar a una persona mayor con signos de depresión?
No hay momento perfecto para hablar sobre un tema tan serio, pero lo debes hacer siempre manifestando tu cariño y preocupación por él.
1 – Busca un momento adecuado. En un sitio tranquilo, privado y sin prisas. Quedar para tomar un café, o ir a Sentarse en un jardín o dar una vuelta caminando puede ser ideal. No siempre lograrás el entendimiento en una sola conversación, puede que sean necesarias varias.
2 – Explica los motivos que te han llevado a llamarle para hablar. “He notado cambios en tu forma de actuar y en tu estado que me preocupan”
3 – Deja claro que quieres hablar sobre algo importante, porque él es especial para ti.
4 – Empieza la conversación sin prisas con preguntas abiertas tipo: “¿Cómo te has estado sintiendo?” “¿Qué es lo que te está haciendo sentir mal?”
5- Dale tiempo para que conteste y escucha con atención y respeto, sin juzgar.
6- Valida sus sentimientos, concordando y aceptando: “Es muy comprensible” “Debe ser muy duro para ti“.
7 – Repite lo que te dijo con tus palabras para comprobar que has entendido bien. “Entonces entiendo que…”.
8- Comenta sobre la posible necesidad de buscar ayuda profesional. “Existen personas capacitadas para ayudar a enfrentar lo que te está sucediendo”
Ser consciente de que existe la posibilidad de que tu padre mayor pueda estar experimentando sistemas depresivos cuando llegan a los 70 y 80 años refuerza la importancia de mantener a los adultos mayores activos mental, física, social y quizás también espiritualmente. Una gran alternativa es asegurarse de que mantengan los contactos sociales y alentarlos a ser lo más activos físicamente posible.
Un médico especializado podrá evaluar si se trata de depresión. En este caso, con el tratamiento adecuado, que puede incluir medicamentos recetados, así como cambios en el estilo de vida, la memoria, la concentración y la energía se pueden restaurar. Los cambios apropiados en el estilo de vida incluyen mantenerse comprometido y activo socialmente, mantener una dieta saludable, encontrar formas de manejar adecuadamente el estrés, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente. Qué usemos las armas que tenemos para disfrutar de una vejez más saludable y feliz.
Fuente: MedicalXpress
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