Investigadores han llegado a la conclusión una vez más de que las placas cerebrales juegan un papel central en la transmisión de la enfermedad de Alzheimer.
Este es el motivo por el que se están investigando formas de destruir estas placas o evitar que se formen, y los científicos de la Universidad de Tokio han ideado un enfoque novedoso para este problema que involucra átomos inyectables oxigenados que se activan con luz infrarroja.
Las placas cerebrales se forman por acumulaciones anormales de proteína amiloide, y muchos las ven como la principal causa patológica de la enfermedad de Alzheimer. Se han diseñado muchos medicamentos para atacar las placas, algunos que usan anticuerpos para eliminar las proteínas amiloides y otros que se desarrollaron originalmente para tratar el accidente cerebrovascular, pero en esta ocasión hay novedades.
El equipo ha desarrollado una pequeña molécula descrita como catalizador de fotooxigenación. Parte del razonamiento de este descriptor es que la molécula contiene átomos de oxígeno que pueden alterar los enlaces químicos que mantienen unidas a las moléculas, de la misma manera que el blanqueador de oxígeno se puede utilizar para eliminar las manchas en la ropa. Pero en lugar de vino derramado, el catalizador está diseñado para apuntar a la estructura plegada del amiloide y desmantelar las placas.
Lo curioso es que la molécula permanece inerte hasta que es activada por luz infrarroja cercana. Y una vez que ha entrado en acción y el amiloide se ha separado, las células inmunes del cerebro, conocidas como microglía, vienen y limpian el desorden, limpiando los escombros y dejando atrás las células sanas.
La técnica se estudió en ratones vivos con Alzheimer, y los científicos inyectaron su molécula directamente en el cerebro de los roedores y usaron una sonda para iluminar sus cerebros durante media hora cada día, en el transcurso de una semana. Luego, se examinó su tejido cerebral mediante un análisis químico que reveló una reducción significativa en la proteína amiloide. Como parte de experimentos separados en células de ratón cultivadas en un plato, se pudo ver que la microglía envolvía y descomponía el amiloide oxigenado.
Aún no se sabe cuándo se podrá usar esta técnica en pacientes humanos, aunque los científicos ya llevaron a cabo experimentos adicionales en cerebros donados por pacientes con Alzheimer, con resultados prometedores.
Señalan que uno de los problemas que aún deben superarse es perfeccionar el diseño del catalizador para que pueda activarse con luz brillante desde el exterior del cráneo.
Nueva luz, nueva esperanza…