Este año, prácticamente todo el mundo vivió y sigue viviendo una situación inusitada por cuenta de la Pandemia del Covid-19: estar confinados dentro de casa.
Es verdad que la primera ola nos pilló de sorpresa y todo fue más radical y difícil (por lo menos aquí en España). Pero seguimos luchando contra el virus y aunque ahora no estemos confinados dentro de casa como antes, aún podemos sufrir síntomas generados por las cuarentenas y confinamientos.
Los trastornos como depresión y ansiedad se han disparado, pero varios estudios han revelado que la pérdida de memoria es uno de los más preocupantes síntomas causados principalmente por el aislamiento social. Al no tener contacto social, intercambio de informaciones constantes, vivencias distintas cada día, hemos dejado de estimular partes del cerebro. Con eso, cada vez más las personas deben usar su creatividad para mantener la mente y el cuerpo activo aún después de este período.
Otro punto importante es usar técnicas del pensamiento positivo para alejar la negatividad que pueda acabar generando depresión y ansiedad. Estas enfermedades también afectan directamente nuestra memoria.
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Si personas en condiciones saludables pueden percibir deterioro cognitivo en estas situaciones, ya podemos imaginar que en el caso de personas con enfermedades como el Alzheimer, los pronósticos pueden ser aún peores.
De acuerdo con la Sociedad del Alzheimer y los testimonios de los parientes de pacientes con la enfermedad, los recuerdos de sus seres queridos empeoraron después del aislamiento. Las personas que viven en situación de soledad y «encierro» constante suelen tener mayor deterioro de la memoria que otras en condiciones sociales distintas.
Para la mayoría de las personas estar dentro de casa sin poder salir es algo inusual, pero para muchos mayores esta realidad les acompaña siempre. El simple hecho de salir a la calle ya nos hace usar el hipocampo (zona del cerebro asociada a la llamada memoria episódica y a la memoria espacial).
Por esto, si tenemos que estar en casa, se hace necesario estimulación (mejor aún si indicada por un terapeuta ocupacional que también puedan ser aplicados en la rutina de casa). Actividades que estimulan el cerebro, el funcionamiento de la memoria y el razonamiento lógico son esenciales para trabajar las capacidades de la vida diaria de todos, principalmente de ancianos en soledad.
Los adultos en general (no solamente los ancianos), también debes entrenar el cerebro, principalmente en situaciones como esta.
Cierta estimulación puede estar presente en la vida diaria sin la necesidad de un tiempo específico para realizar, esto puede estar relacionado con actividades laborales (trabajo), ocio o cuidado personal, por ejemplo:
– Aprender nuevas actividades y contárselas a alguien
– Variar el camino de ir al trabajo: Cambiar de rumbo y conocer nuevos lugares puede estimular la orientación en el espacio, por lo que introduce algo nuevo en su cerebro.
– Memorizar la lista de compras: ¿Vas a ir a comprar frutas? Mire lo que falta y memorice la lista de compras (apunte una lista de precaución y compruébela en los cajas).
– Intentar cocinar sin receta: Hay algunas recetas básicas y algunas desafiantes, comience tratando de recordar cómo preparar la receta.
– Al vestirse: Intentar recordar cuándo fue la última vez que usaste ese atuendo.
– Reflexionar todas las noches sobre lo que se ha hecho a lo largo del día, con descripciones.
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