Hace unos años hice una formación que se llamaba: pensamientos positivos para cuidar a personas con Alzheimer. En tiempos de turbulencia la vuelvo a recordar y muchas veces caigo en la risa con el sentido de humor que tenía nuestro instructor. Es difícil ser ligero en el mundo actual. Ser ligero es cambiar el punto de referencia y redimensionar nuestras ansiedades. No es caer en las trampas biológicas y en este nuestra tendencia evolutiva a centrarse siempre en lo negativo, en las cosas malas que ocurren en ser críticos.
Cuando comentamos que el humor puede ayudarnos a vivir mejor es necesario empezar hoy mismo a practicar: enfocarse en lo negativo ya ha sido una cuestión de supervivencia de la especie, hoy este enfoque nos estresa y nos enferma. Viviremos mucho mejor si intentamos ser ligeros y agradecidos.
La risa es una expresión innata que se presenta con pocas semanas de vida, y cuyos efectos energéticos se traducen en sentimientos positivos los cuales revelan estados de esperanza, alegría, felicidad y optimismo al igual que el deseo a vivir. Por esto no es sorprendente que se diga que cinco minutos de risa equivale a cuarenta y cinco minutos de ejercicios ligeros,elimina toxinas y fortalece al sistema inmunológico.
Una dosis diaria de risa tiene un poder de mejorar no solamente nuestro estado de ánimo, pero también nuestra salud, nuestro corazón, facilita la digestión, disminuye la hipertensión (presión arterial alta) al incrementar el riesgo sanguíneo.
Si nos hace tan bien: ¿Por qué no nos reímos más? ¿Por qué hay gente que nunca se ríe?
Existen muchos factores que pueden estar relacionados. Aunque el hecho de tener o no buen humor no es algo que se enseñe, existe un factor cultural asociado al tipo de educación que tuvimos que puede influenciar en tener más o menos risas en nuestras vidas.
Existen personas que vienen de lo que se llama «familias reidoras», Estas están muy acostumbradas a la risa y al humor y tienen la risa más fácil que quien viene de ambientes más “serios y tradicionales”.
Pero aunque no provengas de una familia de puras risas, conociendo todos los beneficios, puedes empezar a ejercitar estos músculos y esta habilidad. Fomentar la risa y el buen humor sirve como terapia personal y además ¡es gratis!
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, entendía el humor como un importante recurso defensivo ante el sufrimiento del hombre. Pero mucho antes, culturas milenarias como la china y la india, ya utilizaban la risa como práctica terapéutica.
Actualmente la risoterapia se utiliza como técnica complementaria a tratamientos médicos convencionales, ya que hay estudios que comprueban que ayuda a la recuperación del paciente enfermo, lo que queda evidenciado en la película ‘Patch Adams’, basada en la vida del Dr Hunter Doherty ‘Patch’ Adams” como ya comentamos aquí.
Puedes empezar practicando cada día al despertar mirándote al espejo:
- Empieza ensayando una sonrisa, puede ser un simple ja-ja, y intenta notar esa cualidad facial positiva;
- Sigues con “buenos días” con humor y sonrisa
- Disfrutas con la experiencia de reír de ti mismo o con grupos, reforzando así los beneficios.
- También las palabras que usamos pueden mejorar nuestro humor. Cada día eliges miles de palabras para expresarte, pero pocas veces te paras a pensar en cuáles son. Que sean positivas.
Recuerda que: Uno no se puede enfadar y reír al mismo tiempo… ¡Somos como los coches, no podemos poner la marcha atrás y la primera a la vez!
¿No son los momentos más memorables, aquellos protagonizados por la risa?
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