Uso de juegos en Terapia Ocupacional: el recurso y la ocupación

La Terapia Ocupacional ha pasado por un proceso de construcción necesario para la apropiación de su principal objetivo: la implicación de sus pacientes en ocupaciones que son significativas y necesarias (¡para él!). Y esto se puede ver de forma concreta con el lanzamiento de la cuarta edición de un documento fundamental para terapeutas, la Estructura del Dominio y el Proceso de la Práctica. La versión aún no se ha traducido, pero ya se puede encontrar en el American Journal of Occupational Therapy (¡haz clic aquí!).

En la historia de la Terapia Ocupacional existe el uso de los más diversos recursos, desde los recursos artesanales hasta el uso de tecnologías de vanguardia actuales. Mirar los recursos a lo largo de la historia puede darnos la claridad necesaria de los enfoques, modelos y teorías que los han sostenido. Tenemos que prestar especial atención a esto cuando queremos entender qué es T.O y hacia dónde debe ir su intervención.

Recientemente, al escribir un capítulo sobre el uso de juegos y ejercicios cognitivos en la intervención de la Terapia Ocupacional – a la fecha de este post el libro aún no está publicado – pude indagar sobre el tema y asegurarme de que cuando hablamos de juegos como herramienta en la práctica de TO tenemos:

  1. El juego en la ocupación. Un material que existe y forma parte de agradables actividades de ocio que se relacionan con el entretenimiento de la persona que se encuentra en proceso de intervención con el terapeuta ocupacional.
  2. El juego como herramienta de apoyo a la ocupación. Estar utilizando material que tenga una función (puede ser una evaluación) y objetivos claros en el desarrollo de conocimientos, habilidades y formación que apoyen una práctica dirigida a la implicación de ocupaciones.

Puede parecer raro a simple vista, pero el juego del entretenimiento puede tener una “validez terapéutica ocupacional” que justifique su uso en intervenciones. El paciente puede comunicarse con el terapeuta ocupacional con la demanda de «volver a jugar al ajedrez con amigos en la plaza». Estar involucrado en el juego es el objetivo que puede requerir diferentes acciones dependiendo de las razones que dificultan este desempeño. Podemos trabajar: restaurando habilidades, adaptando materiales, modificando entornos, etc. Todo depende de una red compleja que se encuentra entre quién es el cliente, cuáles son las demandas de esta ocupación de ocio y cuánto el contexto apoya o desafía este desempeño.

En una segunda mirada tenemos al juego como una herramienta que podemos llamar “juego serio” o Serious Game. Una denominación creada en 1970 por Clark Abit, quien fue un visionario cuando vio el juego con características que podrían aplicarse para fines distintos al entretenimiento.

El juego serio tiene un objetivo implícito (que puede o no ser conocido por el jugador) que para nosotros, terapeutas ocupacionales, de alguna manera facilita o apoya  la implicación en ocupaciones significativas. El juego serio puede ser utilizado en diferentes contextos, por diferentes profesionales, pero en nuestro caso siempre debemos tener esta relación muy clara. Podemos pensar en un juego serio que tiene como objetivo enseñar los pasos de una ocupación, entrenar otras habilidades o proporcionar formación para una determinada ocupación, como se puede hacer con el apoyo de la realidad virtual.

¿Quién pensaba que el juego era sólo para entretenimiento? ¡Podemos llegar a mucho más! Seguiremos hablando sobre el tema.

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